Moring Olefeira, "el árbol milagroso", no recibe este nombre en vano. La moringa tiene un valor nutritivo increíblemente alto y parece ser capaz de proporcionar mucha ayuda médica, tanto a humanos como a animales.
La moringa es originaria del sur del Himalaya, pero actualmente se cultiva en todas las regiones tropicales y subtropicales.
La moringa se utiliza contra la anemia, la artritis y otros dolores articulares (reumatismo), el asma, el cáncer, el estreñimiento, la diabetes, la diarrea, la epilepsia, el dolor abdominal, las úlceras gastrointestinales, los espasmos intestinales, el dolor de cabeza, los problemas cardiacos, la hipertensión, los cálculos renales, la retención de líquidos, los trastornos tiroideos y las infecciones bacterianas, fúngicas, víricas y parasitarias.
La Moringa también se utiliza para reducir la hinchazón, se emplea como afrodisíaco, para aumentar el deseo sexual, reforzar el sistema inmunitario y aumentar la producción de leche materna. Utilizada como complemento alimenticio o tónico, la Moringa se aplica a veces directamente sobre la piel como agente germicida o secante. También se utiliza para tratar infecciones (abscesos), hongos, caspa y enfermedades de las encías, por ejemplo.
La moringa contiene una legión de minerales: calcio, cloruro, cromo, cobre, flúor, hierro, manganeso, magnesio, molibdeno, fósforo, potasio, selenio, azufre y zinc. También contiene muchas vitaminas: vitamina A, complejo B (B1, B2, B3, B5, B6 y B11), vitamina C, D, E y K.
Las semillas también se utilizan para purificar el agua, se puede fabricar biodiésel con ellas y, por su enorme valor nutritivo, se emplean en los países en desarrollo para luchar contra la desnutrición.
En resumen, una planta multifuncional para los seres humanos, los animales y el medio ambiente. Un verdadero superalimento.